Juana de Arco ✔️ nació en 1412, no se sabe a ciencia cierta la fecha, en 🇫🇷Domrémy Francia y falleció el 30 de mayo de 1431 en Ruan, Departamento de Seine -Maritime, igual en Francia cuando solamente tenía 19 años de edad.

La también conocida como la Doncella de Orleans, fue una joven campesina que hoy en día se considera heroína de la Guerra de los 100 años. Juana de Arco decía que tuvo visiones del Arcángel Miguel, Santa Margarita y de Catalina de Alejandría; quienes le instruyeron ayudar Carlos VII y liberar a Francia del dominio Inglés. Esto al final de la Guerra de los 100 años.
Carlos VII envió a Juana de Arco al asedio de Orleans como integrante de un ejército de ayuda y fue allí donde ganó fama porque lograron levantar dicho asedio en 9 días bajo el mando de Juana de Arco. Las rápidas victorias logradas con Juana de Arco, catapultaron a Carlos VII al reinado de Francia, lo coronaron en Reims; lo que levantó la moral de los franceses y lograron la victoria final ante Inglaterra.
Capturaron a Juana de Arco el 23 de mayo de 1430 en Compiégne, tras una emboscada cuando ella estaba cuidando la retaguardia de su ejército. Un grupo de nobles franceses, la fracción de borgoñona, que estaban aliados con Inglaterra. La entregan a los ingleses y la procesan por herejía (brujería). Antes de eso intentó escaparse algunas veces, la última saltó de una torre de 21 metros y cuando la atraparon la llevaron a Ruan, en Francia, donde los ingleses tenían su base de operaciones.
El Juicio de Juana
Fue juzgada y declarada culpable por el duque Juan de Bedford y la condenó a la hoguera (así le quitaban la vida a las mujeres acusadas de ser brujas); el juicio se basó en que Juana de Arco confesó haber tenido visiones (del Arcángel Miguel, Santa Margarita y de Catalina de Alejandría) y la acusaron de herejía.
A Juana de Arco la quemaron en la hoguera el 30 de mayo de 1931 con sólo 19 años de edad. Años después, en 1456, un tribunal inquisitorial autorizado por el Papa Calixto III examinó su juicio y después de las investigaciones la exoneraron y declararon mártir. En el siglo XVI la convirtieron en símbolo de la Liga Católica; en 1803 la nombran símbolo nacional de Francia por Napoleón Bonaparte.
Durante el siglo XVIII, la Iglesia Católica declaró a Juana de Arco fue Beata en 1909 y canonizada en 1920 por la iglesia católica. La Doncella de Orleans es uno de los 9 santos patronos secundarios de Francia y sigue siendo una destacada figura popular y cultural desde el momento de su muerte gracias a que muchos escritores, artistas y compositores se han inspirado en ella.

Biografía de Juana de Arco
Juana de Arco era hija de Jacques de Arco e Isabelle Romée. Nació en Domrémy, una villa que entonces estaba en la parte francesa del ducado de Bar.
Ahí tenían unas veinte hectáreas de tierra y además su padre complementaba su trabajo de granjero con un puesto menor como funcionario de la aldea, recaudando impuestos y dirigiendo la guardia local. Hubo diversas incursiones militares borgoñonas durante la infancia de Juana y en una ocasión incendiaron la villa. Juana de Arco fue analfabeta y se piensa que sus cartas se las dictó a escribas y las firmó con la ayuda de otros.
Juana de Arco experimentó su primera visión en 1425 cuando apenas tenía 13 años, estaba en el jardín de su padre y vio visiones de figuras que identificó como el Arcángel Miguel, Santa Margarita y Catalina de Alejandría, quienes le dijeron que expulsara a los ingleses y llevara al delfín (Carlos VII) a Reims para su consagración. Cuando confesó este tema en su juicio, dijo que primero le dio miedo y que la voz venía de la iglesia con una gran claridad, y según ella lloró cuando se fueron porque eran bellísimas.
Cómo se reúne con Carlos VII
A los 16 años un pariente, Durand Lassois, la llevó a Vaucouleurs a solicitar que la lleven a la Corte Real francesa en Chinon. En un segundo intento persuadió a dos soldados, Jean de Metz y Bertrand de Poulengy, y logró ver a Carlos VII, allá predijo el revés militar en la batalla de Rouvray, cerca de Orleans. Juana de Arco se entera de esa batalla, según cuenta la historia, a través de la gracia divina mientras atendía a su rebaño.
Como hemos dicho en párrafos anteriores, después de ganar varias batallas y la Guerra de los 100 años, a Juana de Arco la capturan y queman en la hoguera.
Juana de Arco acusada de Trasvestismo
La herejía, un delito castigado con pena de muerte solamente si esta se repetía más de una vez. Y ya que el tribunal buscaba acabar con la vida de Juana de Arco, prepararon una acusación por delito de travestismo, según afirmaron testigos. Mientras Juana estuvo en prisión usó ropa de soldado pero para el juicio aceptó ponerse ropa de mujer, de ahí sale esta idea.
Juana de Arco utilizaba ropa de soldado; esto porque se podía abrochar de tal manera que disuadía a los guardias de intentar una violación por la dificultad de arrancarle las prendas. Un vestido de mujer no ofrecía esa seguridad; de hecho; ella le dijo a un miembro del tribunal que “un importante lord inglés había entrado en prisión y tratado de tomarla por la fuerza”. Volvió a vestirse como un hombre, quizá para evitar un abuso sexual; según testimonio de Jean Massieu, porque los guardias le habían quitado su vestido y no tenía nada más que ponerse.
La Doncella “recae” en el delito
El hecho de que Juana de Arco tenga ropa de hombre, nuevamente lo interpreta el tribunal como una recaída en el delito de herejía por travestismo. A pesar de que la doctrina católica de la época medieval decía que el travestismo no era delito si se hacía por una necesidad. Evitar una violación es una necesidad. Sin embargo, en el juicio de 1431 condenó a Juana fue y la sentenció a muerte.
Varios testigos presenciales describieron la escena de la muerte en la hoguera de Juana de Arco el 30 de mayo de 1431. FueaAtada a un alto pilar en la plaza Vieux-Marché de Ruan. Antes pidió a los frailes Martin Ladvenu e Isambart de la Pierre que sostuvieran un crucifijo ante ella. Un soldado inglés fabricó una pequeña cruz que ella colocó enfrente de su vestido.
Una vez muerta, los ingleses desparramaron las brasas para exponer su cuerpo carbonizado para que nadie afirmara que había escapado con vida. Quemaron sus restos dos veces más para reducirlos a cenizas y evitar que se recogieran como reliquias, y los arrojaron al río Sena. El verdugo Geoffroy Thérage dijo tiempo después “temo ser maldecido porque hemos quemado a una mujer santa”.
El Legado de Juana de Arco
Juana de Arco se convirtió en una figura semi legendaria durante los cuatro siglos posteriores a su muerte. Las principales fuentes de información sobre ella son relatos; además de cinco manuscritos originales de su juicio de condena que aparecieron en antiguos archivos durante el siglo XIX.
Historiadores localizaron los registros completos de su juicio de rehabilitación, contenía testimonios jurados de 115 testigos. También encontraron las notas originales en idioma francés en la transcripción en latín del juicio de condena. También aparecieron varias cartas, tres de las cuales llevan la firma de trazos inseguros de Juana, propios de alguien que apenas sabe escribir.
Juana de Arco salió de un pueblo olvidado y saltó a la fama cuando era una campesina adolescente e iletrada. Los reyes franceses e ingleses habían justificado la interminable guerra mediante interpretaciones competitivas de derechos hereditarios, pero Juana lo transformó con una dimensión religiosa.

Las mujeres han considerado a Juana de Arco desde hace mucho tiempo, como un ejemplo positivo de mujer valiente y activa. Ella se movía dentro de una tradición religiosa, creía que una persona de cualquier clase social podía recibir una llamada divina. Tres buques de guerra de la Marina Nacional francesa llevaron su nombre, incluido un crucero porta helicópteros que fue retirado del servicio en 2010. El partido político francés de extrema derecha, Agrupación Nacional, celebrara mítines frente a sus estatuas; también reproduce su imagen en las publicaciones del partido y utiliza como emblema una llama tricolor simbólica de su martirio.
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